Con el objetivo de reducir la dependencia energética de Rusia, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha recomendado a los conductores europeos que conduzcan más despacio para consumir menos combustible.
Algo que podría ser obligatorio si, a tenor de los rumores, el Gobierno decide reducir el límite máximo de velocidad en autopistas de 120 a 110 km/h.
